Sábado 21 de Junio de 2025

13/01/2025

El odontólogo Santiago Braverman en La Escalada: cómo es atender a Duki, Marcelo Tinelli y Lali Espósito

Fuente: telam

El profesional de la salud contó sus inicios en el consultorio de su padre. El día que atendió a su primer paciente. “Es lindo que te digan ‘qué linda sonrisa que tenés’, y no ‘qué linda sonrisa, ¿quién te la hizo?’”, explica

>En el consultorio, Santiago Braverman se mueve con precisión. Fuera de él, su vida es más sencilla, anclada en los valores que heredó de su familia. “Vengo de una familia de odontólogos”, comenta con orgullo en una entrevista del ciclo La Escalada de Infobae. Su padre le transmitió el amor por la profesión y una ética de trabajo inquebrantable.Él empezó desde abajo. Trabajaba en una fiambrería mientras estudiaba odontología. Siempre nos enseñó que, con esfuerzo y dedicación, todo es posible”, explica.

En el consultorio de Braverman hay una regla de oro: el trabajo habla por sí solo. Marcelo Tinelli, Bizarrap, Duki, Mauricio Macri, Lali Espósito y hasta Diego Maradona confiadoron sus dientes al odontólogo que, a pesar de su popularidad, insiste: “Quiero que me elijan porque soy un buen dentista, no porque atendí a Duki o Tinelli”.

Todo cambió en 1994, cuando Marcelo Tinelli cruzó la puerta del consultorio. Fue una recomendación, casi casual, de una alumna de su padre en la facultad. “Mi viejo lo atendió primero, y Marcelo quedó contento. Después, con el tiempo, empecé a atenderlo yo, y ahí quedó”, relata. Desde entonces, el consultorio se convirtió en una parada obligatoria para figuras de renombre. Las paredes cuentan su historia: fotos con Charly García, Batistuta, Lali, Bizarrap y muchos otros adornan el espacio, testigos silenciosos de una carrera que supo equilibrar técnica, carisma y discreción.

En tiempos donde la estética dental roza la obsesión, Santiago mantiene su postura firme frente a las demandas excesivas. “Hay pacientes que quieren los dientes color inodoro”, bromea, refiriéndose al blanco extremo que algunos consideran ideal. “Yo puedo aconsejar, pero hasta un punto. Mi objetivo es lograr sonrisas que luzcan naturales y saludables”.

Detrás de los reflectores y los flashes de Instagram, Braverman insiste en un mensaje crucial: el cuidado dental empieza en casa. “La mejor prevención es el cepillo de dientes. Tres veces al día, durante al menos tres minutos”, dice, añadiendo un dato impactante: el promedio de cepillado diario apenas alcanza los 15 segundos.

Aunque atiende a celebridades y maneja una agenda que muchos considerarían abrumadora, Santiago valora los pequeños placeres de la vida cotidiana. Es un apasionado del fútbol y, cuando tiene tiempo libre, no duda en ponerse la camiseta de su equipo para ver un partido en casa o en la cancha. “Soy fanático de Boca. Si no tengo pacientes, ahí estoy, con mi hijo o con amigos, disfrutando del fútbol”, confiesa con una sonrisa.

En casa, es esposo y padre. Santiago encuentra equilibrio en su familia, que para él es un refugio de normalidad en medio de una carrera tan expuesta. Aunque prefiere mantener su vida privada lejos de los reflectores. “Mis hijos me enseñan cada día a ver el mundo de otra manera. Son mi motor, los que me empujan a seguir creciendo”, dice.

Braverman perfecciona las sonrisas de sus pacientes y también inspirar a otros odontólogos. Da charlas en facultades y conferencias, compartiendo no solo su técnica, sino también su filosofía de trabajo. “Siempre les digo que la odontología no es solo arreglar dientes; es tratar con personas. Tenés que empatizar, entender lo que quieren y lo que necesitan”, explica.

Aunque su apellido ya está ligado a la odontología por varias generaciones, Santiago no busca que sus hijos sigan su mismo camino. “Lo que quiero es que encuentren su pasión, como yo encontré la mía. Si eligen ser odontólogos, genial, pero quiero que lo hagan porque realmente les gusta, no por tradición”, dice.

Fuente: telam

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