Domingo 8 de Junio de 2025

04/01/2025

Una broma pesada lo “desterró” del Barcelona y jugó un Mundial: la historia de Keita Baldé, el futbolista con el que Wanda Nara tuvo un affaire

Fuente: telam

El delantero surgido de la Masía fue vendido a la Lazio por un pecado de juventud. Coincidió con Icardi en el Inter y allí conoció a la mediática. El impacto del conflicto en su vida y en su carrera

>En un rincón tranquilo de Arbúcies, Cataluña, un niño de ojos inquietos jugaba al fútbol como si el mundo dependiera de ello. Keita Baldé, hijo de inmigrantes senegaleses, aprendió desde pequeño que cada oportunidad debía ser jugada como una final. En un barrio multicultural, donde el catalán y el wolof se entremezclaban con risas y balones rodando en la tierra, comenzó a forjarse un sueño: llegar a lo más alto del fútbol.

Pero Keita, entonces un adolescente, estaba lejos de ser un jugador convencional. En 2010, durante una gira de pretemporada en Qatar, rompió las reglas de la disciplina de la Masía: colocó un cubo de hielo en la cama de un compañero como broma. Lo que en otro contexto habría sido una travesura inofensiva, aquí se convirtió en un símbolo de rebeldía. La Masía no toleraba actos que alteraran su riguroso código ético.

“Ese año fue un despertar para mí”, diría más tarde en una entrevista. “Me di cuenta de que el talento no es suficiente; también necesitas disciplina y sacrificio”, añadió. Su padre llegó a alegar que en el culé no entendieron su carácter.

A los 16 años, abandonó la comodidad de su hogar en Cataluña para enfrentar la incertidumbre de un nuevo país, un idioma desconocido y la exigencia del fútbol profesional. En las categorías inferiores del Lazio, su velocidad y habilidad para desequilibrar a los defensores pronto captaron la atención. “Es explosivo, como un rayo”, decía de él un entrenador del equipo juvenil. No pasó mucho tiempo antes de que debutara con el primer equipo en 2013, con solo 18 años. En el estadio Olímpico, frente a miles de hinchas romanos, demostró que estaba destinado a cosas grandes. Durante esa temporada, su conexión con jugadores clave como Miroslav Klose y su habilidad para desbordar por las bandas lo convirtieron en una de las promesas más emocionantes de la Serie A.

Después de varias temporadas destacadas en Italia, en 2017 fue fichado por el Mónaco. En el club del principado, Keita tuvo la difícil tarea de llenar el vacío dejado por Kylian Mbappé, quien se había marchado al París Saint-Germain. Aunque las expectativas eran abrumadoras, su capacidad para adaptarse y brillar en cualquier posición ofensiva lo ayudaron a consolidarse en el equipo. Con goles y asistencias cruciales, ayudó al Mónaco a mantenerse competitivo en la Ligue 1 y en competiciones europeas.

En medio de su ascenso en el fútbol europeo, Keita tomó una decisión trascendental: representar a Senegal, el país de sus raíces, en lugar de España. En su debut con la selección nacional en 2016, marcó un gol que confirmó su compromiso con los Leones de la Teranga. Fue un momento emotivo que resonó tanto en África como en Europa. “Llevar la camiseta de Senegal es llevar el corazón de mi familia”, confesó en una entrevista.

El punto culminante llegó en la Copa Mundial de 2018, cuando formó parte del equipo senegalés en Rusia. Aunque el equipo no pasó de la fase de grupos, para Keita resultó un hito.

Keita también invirtió en proyectos educativos y deportivos en Senegal. Consciente de que el fútbol puede ser una herramienta de cambio social, apoyó la creación de academias deportivas donde niños y jóvenes tienen acceso no solo al deporte, sino también a la educación. “El fútbol me dio la oportunidad de soñar, pero la educación es lo que cambia vidas”, comentó en un evento en Dakar.

En colaboración con organizaciones locales, promovió campañas de concienciación sobre temas como la violencia de género, la salud y la igualdad de oportunidades. Su intención, según expresó, es devolver a Senegal parte de lo que la comunidad le dio a su familia. Un rostro que nada tiene que ver con las polémicas en las que hoy se encuentra envuelto.

La historia reciente de Keita Baldé dejó de escribirse en el terreno de juego para trasladarse a las primeras planas de los medios de comunicación, pero por motivos alejados del fútbol. El futbolista africano quedó envuelto en medio de un escándalo con su ex compañero Icardi y Wanda Nara.

Por su parte, Mauro Icardi, de relación tumultuosa con Wanda, no tardó en responder. En entrevistas y publicaciones en sus redes sociales, dejó entrever su molestia y lanzó indirectas que parecían dirigidas tanto a Wanda como a Keita. La situación escaló cuando se filtraron mensajes privados que confirmaban el vínculo entre Keita y Wanda. Finalmente, la propia conductora y empresaria se refirió en las últimas horas al tema, confirmando todo: “La relación con el jugador (Keita Baldé) fue real, yo se lo conté a Mauro, porque estábamos separados. Él me extorsiona con eso, con mostrar los videos”.

En medio del escándalo, Simona Guatieri, esposa de Keita Baldé, confirmó que la relación entre ellos había llegado a su fin. “Fue un año devastador”, declaró en una entrevista. Aunque evitó entrar en detalles sobre los motivos de la separación, señaló que la controversia pública y la supuesta infidelidad habían jugado un papel crucial. Para Simona, quien había estado al lado de Keita durante años, la ruptura fue más que una cuestión personal; fue también un golpe mediático que la expuso a críticas y especulaciones.

Cuando comenzaron los rumores de affaire se dijo que“Lo que sé es que una mujer que se acuesta con mi marido y luego me manda fotos, ¡no sé cómo llamarla! No les cuento más detalles porque son horrorosos. Lo que me entristece es que, lamentablemente, para hacerles la guerra, se volverá a hablar de esta terrible historia, terminamos en la boca de los leones… y estas cosas saldrán cuando la necesiten”, cerró su versión.

El destino quiso que hoy juegue en Turquía, al igual que Icardi (ídolo en el Galatasaray). Milita en el Sivasspor, a la espera de volver a ser noticia por sus goles y condiciones, y no por el interminable escándalo mediático.

Fuente: telam

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