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25/12/2024
Fuente: telam
En la Provincia de Buenos Aires se aprobó una norma que agiliza la judicialización de la cuota alimentaria. La regulación incorpora los estándares del Índice Crianza que muestra un piso de costo de 483.162 pesos mensuales para los chicos de 6 a 12 años, de 389.870 para bebés y de $462.397 para niñas de 1 a 3 años en un monto que establece un piso de necesidades mínimas en la alimentación, educación y salud de las infancias
>-No tengo trabajo, no me alcanza, no llego a fin de mes.
El diálogo es un clásico. El resultado también. Las madres tienen que alimentar como sea -dejando de comer, trabajando más, rezagando otros gustos personales, endeudándose, haciendo la cola en comedores, enviando a sus hijos/as a otras casas o pidiendo a familiares y amigas- y los padres separados se vuelven evasores seriales de la responsabilidad paternal. La evasión tiene costos, principalmente, para chicas y chicos y, además, para las madres sobre-presentes y multi endeudadas.
La iniciativa fomenta que los jueces usen el Índice Crianza como piso para establecer una prueba del costo real que conlleva cada hijo. Este indicador, que monitorea el INDEC, fue creado para que las madres solas tuvieran que dejar de juntar cada ticket, factura y pago para demostrar cuánto gastaban para mantener a los suyos y que un monitoreo neutral pusiera un piso que no se pudiera perforar por debajo de cuotas insignificantes y alejadas de la realidad.
La última actualización del Índice Crianza, publicada el 13 de diciembre de 2024, con datos de noviembre de este año, establece que el costo mínimo para sostener a un bebé es de $389.870; de $462.397 para los niños y niñas de 1 a 3 años; de $384.002 para los de 4 a 5 años y de $483.162 para los de 6 a 12 años durante la primaria. Y aunque falta un monitoreo en adolescentes (que siguen comiendo, estudiando, creciendo, saliendo y pidiendo) parecen quedarse afuera de la visibilización sobre los esfuerzos maternales. Una madre puede sumar gastos particulares y de nivel de vida, pero un padre no puede aducir que se puede criar a un hijo con menos dinero que el piso del Índice Crianza.El Índice Crianza mide el costo de bienes y servicios y elabora una estimación del valor del cuidado. La diferencia entre el tiempo que ponen para cocinar, hacer las tareas, escuchar los problemas, retar por dejar la ropa tirada y alentar a esforzarse en el aprendizaje padres y madres es una grieta que deja a las mujeres cansadas, aturdidas y sin tiempo propio y a los hombres con una paternidad accesoria a la centralidad de su vida laboral, social y deportiva. En los hogares con niñas y niños las mujeres dan 4:47 horas para tareas de cuidados mientras que los varones aportan 1:47 horas. Los datos surgen del informe “Estimación del costo en tiempo de cuidados de niñas y niños”, publicado en junio de 2023, por la ex Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género, del Ministerio de Economía, junto a Unicef.
Otra agilización de la norma es aggiornar los modos de comunicación. Basta de padres que miran redes sociales pero se desentienden de las cartas documentos que les obligan a que paguen las proteínas, verduras y lácteos que consumen sus hijas e hijos. Si los padres no notifican domicilio, se hacen los distraídos cuando llegan las cartas documentos o parecen inhallable aunque estén siempre conectados y en línea la clavada de visto ya no será suficiente para darse por desentendidos. El fantasmeo paternal ya no va más.Se establecen plazos para dar respuesta a la prueba de informes para determinar el monto de la cuota alimentaria y el nivel de vida del demandado: de ahora en más, en territorio bonaerense, se dan solo cinco días para entidades privadas y apenas siete para organizaciones públicas. ¿Qué pasa si la ley no se cumple y la trampa, mezquindad o pereza permanece? Se establecen multas e intereses cuando los progenitores no se presentan a las audiencias judiciales sin adecuada justificación y se entorpece el proceso para dilatar el pago.
No se trata de una solución para casos aislados, sino de un problema generalizado. El 65% de las mujeres bonaerenses no recibe la obligación alimentaria de parte del padre de sus hijas o hijos, o sólo la percibe en forma esporádica, según datos del Ministerio de Mujeres y Diversidad de la provincia. Hace dos años se generó la Mesa de Trabajo sobre Obligación Alimentaria, creada tras la presentación del informe “Incumplimiento de la obligación alimentaria en la Provincia de Buenos Aires: Un problema estructural que profundiza las desigualdades de género”, elaborado desde la Subsecretaría de Políticas de Género, a cargo de Lucía Portos, en donde se impulsaron dos proyectos de la senadora Sofia Vannelli y la diputada Lucía Iáñez. Una iniciativa cuenta con media sanción y la otra fue consagrada ley el 12 de diciembre.La abogada y senadora de la Provincia de Buenos Aires Sofía Vannelli (Frente Renovador) apuntó: “Esta ley representa un paso enorme para garantizar los derechos de miles de niños, niñas y adolescentes. Busca sortear los obstáculos que enfrentan muchas madres, quienes cargan en silencio con un peso inmenso por el amor a sus hijos. El objetivo es reducir el litigio en favor de una resolución rápida y pacífica de los conflictos. Esta norma no solo asegura el derecho a una cuota alimentaria justa, también empodera a las mujeres que muchas veces quedan endeudadas al intentar cubrir los costos de vida de sus hijos”.
“Es esencial reconocer la desigualdad entre las partes en el proceso de alimentos y equiparar la situación de los niños, niñas y adolescentes que se encuentran en desventaja. Esta ley garantiza el derecho humano a vivir con dignidad y a tener un nivel de vida adecuado”, subrayó Vannelli. No pueden existir chicos de primera y chicos de segunda, algunos con padres presentes, otros con padres separados que cumplen con sus obligaciones y la mayoría con madres que hacen mucho más de lo que pueden, se endeudan para cubrir los agujeros que no provocan y no llegan a tapar solo con dos manos.La aprobación contó con la presencia de Malena Galmarini que impulsa lograr que la legislación no mire para otro lado frente a la evasión alimentaria. Resaltó: “Es fundamental que comprendamos que este derecho no es de las madres, sino de los niños y niñas. Sin embargo, como quienes generalmente están al cuidado, las mujeres tienen un derecho indirecto a no empobrecerse ante la inacción de los progenitores”.
Fuente: telam