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13/12/2024
Fuente: telam
Trabajó para The Washington Post, donde escribió más de 1,300 entradas sobre ciberseguridad hasta que decidió montar su propio negocio y cazar a los hombres detrás de filtraciones como la que afectó a los fanáticos de Taylor Swift
>Brian Krebs, exreportero de The Washington Post, ha pasado los últimos 20 años investigando a algunos de los cibercriminales más notorios del mundo desde un lugar cuidadosamente oculto. Su evolución de periodista a investigador de ciberseguridad ha sido peligrosa, pero también efectiva, como lo demuestra el arresto reciente de un hacker canadiense conocido como Waifu, quien fue vinculado a una serie de ataques masivos contra grandes corporaciones. La historia, documentada por The Wall Street Journal, pone de manifiesto los riesgos que Krebs enfrenta y su impacto en el mundo de la ciberseguridad.
Según The Wall Street Journal, Krebs se mudó a esta ubicación tras un incidente en el que más de media docena de oficiales con armas desenfundadas rodearon su hogar tras recibir un informe falso que involucraba a criminales rusos. Poco después, Krebs descubrió en foros de fraude en línea que también había un complot para enviarle heroína y denunciarlo a la policía. Desde entonces, ha vivido en la sombra, con un enfoque singular en exponer a los actores más peligrosos del internet.
De 1995 a 2009, trabajó como reportero para The Washington Post, donde escribió más de 1,300 entradas para el blog Security Fix.
Recientemente, Krebs centró su atención en Waifu, un hacker vinculado a una serie de violaciones de datos masivas que comenzaron en abril de 2024. Como señala The Wall Street Journal, Waifu y su grupo, conocido como The Com, expusieron información de cientos de millones de estadounidenses, incluyendo registros telefónicos de AT&T, datos de clientes de Snowflake y entradas de la gira Eras de Taylor Swift. Además, intentaron extorsionar a grandes empresas por millones de dólares.El arresto de Waifu, identificado como Connor Moucka, de 25 años, tuvo lugar en octubre en Kitchener, Ontario, Canadá. Como informó The Wall Street Journal, el operativo policial incluyó un equipo SWAT canadiense que rodeó la casa de su abuelo, donde Moucka vivía en reclusión. Las autoridades de EE.UU. buscan extraditar a Moucka para enfrentarlo a cargos de hackeo, extorsión, robo de identidad y fraude electrónico. La investigación también reveló que Moucka había extorsionado a tres víctimas durante los ataques pidiéndoles bitcoins—valuados en aproximadamente $2.5 millones de dólares—.
El compromiso de Krebs con la ciberseguridad se extiende más allá de exponer a criminales. Durante los últimos años, ha dedicado tiempo a estudiar ruso, permitiéndole infiltrarse en foros clandestinos y comprender mejor el lenguaje y las tácticas de los cibercriminales. Su metodología incluye compilar informes exhaustivos llenos de pistas digitales, como direcciones de correo electrónico, publicaciones en foros y registros de chat, que eventualmente ayudan a conectar a los hackers con sus identidades reales.
Sin embargo, Krebs también se enfrenta a peligros constantes. Además de amenazas de muerte, ha sido víctima de intentos de suplantación de identidad y ha tenido líneas de crédito abiertas a su nombre sin su consentimiento. Incluso se le ha dedicado un foro online para la venta de tarjetas de crédito robadas, irónicamente llamado Brian’s Club. A pesar de estos riesgos, Krebs sigue trabajando para sacar a la luz a los perpetradores de delitos digitales.La vida de Krebs, marcada por su transición de reportero a investigador, refleja el impacto que un individuo puede tener en la lucha contra el crimen digital. Desde su base secreta, armada con monitores táctiles y sistemas de seguridad avanzados, sigue desempeñando un papel clave en exponer las amenazas cibernéticas que afectan a millones de personas y empresas en todo el mundo.
Fuente: telam