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15/09/2024
Fuente: telam
Fue capitán y goleador del recordado equipo del Funebrero que logró el único título de Primera de su historia, en 1969. Jugó en la selección argentina y se radicó hace muchos años en Francia. A los 80 años, cuenta sus recuerdos
>Ángel Alberto Marcos reside en Francia desde hace 54 años. El oriundo de Buenos Aires se fue a jugar a Nantes en 1972 y se adaptó rápidamente a las nuevas costumbres del país europeo, aunque mantiene algunas originarias de su tierra natal. “Hay costumbres de vida que quedan y otras que uno utiliza menos, pero que no faltan, como el asado y el queso y dulce, que es muy difícil de encontrar por acá”, remarca.
A los 24, Marcos debutó en Ferro, donde hizo las divisiones inferiores. En la Primera verdolaga, marcó dos goles en 16 partidos. En 1966 pasó a Nueva Chicago, pero jugó pocos encuentros. Eso sí: la rompió toda. Tuvo grandes actuaciones y solo cuatro gritos a la red le bastaron para dejar un buen recuerdo en Mataderos. En 1967, luego de atravesar una grave enfermedad, recaló en Chacarita Juniors, donde también brilló. “Estuve ocho días en coma y al borde de la muerte. Pensé que no iba a volver a jugar al fútbol”, revela uno de los máximos ídolos del Funebrero.
Su buen andar en el club de San Martín hizo que el entrenador de la selección argentina, Renato Cesarini, lo tenga en cuenta y lo convoque para jugar de puntero derecho. Integró el elenco nacional que fue eliminado por Perú en la clasificación para el Mundial 70. En 1969, ya como capitán del Funebrero, fue goleador y uno de los principales responsables de la obtención del primer, y único, título en Primera División. Dos temporadas después, recaló en el Nantes, donde se consagró campeón, al convertir 34 goles en 82 partidos. En 1977, llegó al Toulouse, donde también tuvo un gran éxito, con 86 partidos y 38 goles.Tras su retiro, comenzó a hacer el curso de director técnico. Rápidamente, consiguió trabajo como orientador del Toulouse. Poco después, dirigió a La Rochelle, previo a conducir los equipos árabes Ismaily y Al Ain FC, pero decidió regresar a Francia. Desde 1999, entrenó al Niort, al Lorient y al Nantes. Cuando colgó el buzo de entrenador, se puso el traje de conductor de televisión, pero siempre se quedó con las ganas de dirigir a su Chacarita querido. “Nunca se presentó la posibilidad ni para discutir el proyecto”, asegura.- Mi vida es la de una persona de 80 años. Me la paso viajando en familia porque estoy jubilado. Yo paré todo, ya que desde hace 20 años que dejé de entrenar. Estuve en la televisión durante seis años, terminé todo y me jubilé. Así que ahora estoy libre y viviendo como un jubilado normal. Pero evidentemente veo fútbol de muy cerquita.
- ¿Qué función cumplía en la televisión?- ¿Surgió alguna vez la posibilidad de dirigir a su amado Chacarita Juniors?
- Desde hace 54 años que vivo en Francia y no lo pude hacer. Dirigir a un equipo de fútbol es algo muy serio, que demanda saber lo que pasa en un país no sólo a nivel futbolístico, sino cultural. Como me fui de Argentina hace mucho tiempo, me fue imposible dirigir a Chacarita, ya que tendría que haber regresado a vivir a Buenos Aires, aclimatarme mínimo dos años y empezar a conocer el fútbol argentino. Nunca se presentó la posibilidad, porque jugué hasta los 36, dirigí durante muchos años, luego hice televisión y cuando tuve tiempo libre, ya tenía casi 70 años. La ocasión no se presentó ni para discutir un proyecto. Hoy estoy viviendo el Toulouse.- ¿Lo costó adaptarse a un país diferente al suyo?- ¿Conserva alguna costumbre argentina que adquirió en la infancia?
- ¿Cómo se dio su llegada al Funebrero?
- Yo me formé en Ferro Carril Oeste desde chiquito. A los 10 años, ya había firmado en ese club. Tuve dos problemas con Ferro, el mejor club formador en ese momento. Había debutado de muy joven en Primera División y sufrí una enfermedad: tuve una úlcera perforada y me internaron. De tanto en tanto, sangraba y tenía que parar mi carrera por cuatro meses. Paraba y recomenzaba mi carrera. Hasta que en mi primer contrato tuve una discusión un poco desagradable con la dirigencia de Ferro y pedí irme a jugar a Nueva Chicago. Yo estaba preseleccionado en la selección argentina, pero jugaba poco en Ferro. Entonces, hice el esfuerzo necesario para ir a Nueva Chicago. Teníamos un buen equipo en Chicago, pero luego sufrí una hemorragia en un partido y me tuvieron que operar de urgencia. Estuve ocho días en coma y después las cosas empezaron a renacer.- ¿Estuvo al borde de la muerte?- ¿Cómo hizo para reponerse tan rápido?
- En 1969 pusieron a Chacarita Juniors bien arriba con el título obtenido en la máxima categoría.
¿Cómo jugaba ese Chacarita y a qué equipo contemporáneo se parecía?
- ¿Ese Chacarita le ganó al Bayer Munich por la Copa Gamper?
- ¿Cuánto le costó cambiar su camiseta con Beckenbauer?
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