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29/08/2024
Fuente: telam
María Carolina Herrera, una empresaria peruana, logró vencer en una batalla legal a la reconocida diseñadora venezolana Carolina Herrera. La disputa, que duró varios años, giró en torno al uso del nombre “Carolina Herrera” en un emprendimiento de jabones artesanales
>María Carolina Herrera vive en Ate-Vitarte, una urbanización en Lima, Perú, donde ha llevado una vida discreta dedicada a su emprendimiento de jabones artesanales. Poco se sabía de ella hasta que, en 2021, su nombre comenzó a resonar en los medios por un conflicto legal con la famosa diseñadora venezolana Carolina Herrera, conocida internacionalmente por su marca de perfumes y moda de lujo.
La empresa Carolina Herrera Ltd., que maneja la marca homónima de la diseñadora venezolana, reaccionó rápidamente al intento de registro en Perú. En noviembre de 2021, envió una notificación legal para detener el registro de la marca de María Carolina, argumentando que el nombre “Carolina Herrera” ya estaba vinculado a productos de clase 3 en la nomenclatura oficial, que incluye preparaciones para blanquear, jabones no medicinales y productos de perfumería. Según la firma internacional, el uso de este nombre en un negocio de jabones podría llevar a la confusión entre los consumidores.
María Carolina, sin embargo, se mantuvo firme en su derecho a usar su propio nombre. “Carolina Herrera es mi nombre, lo tengo en mi documento de identidad y soy peruana. Tengo todo el derecho de usarlo como a mí me convenga y me parezca”, declaró en una entrevista. Desde un principio, la empresaria defendió que “Herrera” es un apellido común en Perú, y que la presencia de su nombre en su emprendimiento no debería causar conflicto con la marca internacional.El proceso legal no fue fácil. Tras recibir la notificación de la firma venezolana, María Carolina contó que fue contactada por un abogado que le ofreció asesoría para enfrentar el problema legal en el peruano Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI(. Aunque inicialmente pensó en abandonar la lucha, su hijo la convenció de seguir adelante y defender su derecho a usar su nombre en su negocio.La disputa se centró en varios aspectos legales, incluyendo la distintividad del apellido “Herrera” en Perú y la posible confusión entre las dos marcas. El equipo legal de María Carolina argumentó que en Perú, “Herrera” no es un apellido lo suficientemente distintivo como para impedir que otros lo usen en el ámbito civil y comercial. Además, destacaron que las marcas “Carolina Herrera” y “La Jabonera by María Herrera” presentaban diferencias significativas, tanto en el diseño como en los productos ofrecidos.La victoria de María Carolina en este caso fue significativa no solo para ella, sino también para otros emprendedores locales que enfrentan desafíos similares contra grandes corporaciones internacionales. En su defensa, la empresaria peruana enfatizó que apellidarse “Herrera” no debería dar a nadie el derecho exclusivo de utilizar ese apellido como marca, especialmente en un país donde es un nombre común.
María Carolina también se destacó por su determinación de continuar con su negocio pese a los desafíos legales. Su emprendimiento, “La Jabonera by María Herrera”, se ha convertido en una fuente de ingresos que ella destina en gran parte a financiar la esterilización de animales en situación de abandono. “Para dejar un mundo mejor; al final la plata es mía”, comentó en una entrevista. Este compromiso con una causa social añade una dimensión altruista a su historia, diferenciándola aún más de la marca de lujo con la que se enfrentó.
Curiosamente, María Carolina Herrera vive en una casa identificada con el número 212, el mismo número que una de las líneas de perfumes más icónicas de la diseñadora venezolana. Sin embargo, la peruana nunca ha usado ninguna fragancia de Carolina Herrera, prefiriendo en cambio los productos de Elizabeth Arden. Esta coincidencia fortuita añade un matiz irónico a la historia de la disputa legal.
Fuente: telam