Viernes 2 de Mayo de 2025

22/02/2025

El fascinante origen de la cerveza: un sabor de siete mil años signado por monjes y mujeres con sombrero acusadas de brujas

Fuente: telam

El origen de esta bebida milenaria data desde los tiempos en que los sumerios descubrieron de forma accidental la fermentación de la cebada. Cómo fue perfeccionada en manos de monjes germanos y fue arrebatado a las mujeres que se ganaban la vida elaborándola en sus hogares. Los símbolos que utilizaban para anunciar sus servicios -sombrero de pico, escoba y el gato- que fueron reinterpretados como demoníacos para perseguirlas y ejecutarlas

>Verano. Vacaciones. Es tiempo de cerveza y ¡cuanto más fría, mejor! La bebida se puso de moda desde hace algún tiempo por estos lares, pero su historia es una de las más largas y fascinantes dentro de las bebidas alcohólicas. Consumida durante miles de años, tiene sus orígenes en las primeras civilizaciones, hace más de 7.000 años y una evolución de varios siglos, pasando de una simple mezcla de granos fermentados a una industria global que se disfruta en todo el mundo.

Los egipcios también jugaron un papel fundamental en el desarrollo de la cerveza. En el Antiguo Egipto, la cerveza era considerada una bebida sagrada y era consumida tanto por las clases altas como por los trabajadores. Era parte fundamental de la dieta diaria y, además, se usaba como ofrenda a los dioses. Los egipcios producían una cerveza más espesa y menos filtrada que la moderna, que se consumía cotidianamente y constantemente.

La cerveza se convirtió en un elemento clave en las tribus germánicas, quienes, a diferencia de los romanos, la apreciaban mucho más que el vino. Los germanos utilizaban ingredientes como la cebada, el trigo, la avena y, en algunos casos, hierbas o miel. En la Edad Media, la producción de cerveza pasó a manos de los monjes, quienes en sus monasterios perfeccionaron técnicas de elaboración y comenzaron a utilizar lúpulo como ingrediente clave, una práctica que dio lugar a la cerveza tal como la conocemos hoy y que escribimos una nota sobre los monjes y la cerveza en su momento.

El lúpulo no solo añadía un sabor amargo característico, sino que también mejoraba la estabilidad y conservación de la cerveza, lo que permitió su comercialización en mayor escala. Además, el lúpulo ayudaba a reducir el dulzor excesivo de las cervezas anteriores, que se preparaban principalmente con miel o frutas.

No obstante, un tiempo antes que los monasterios masculinos se convirtieran en fabricantes de cerveza (a los monasterios femeninos se les estaba prohibido la fabricación de esta bebida por no ser apropiada para mujeres) eran las mujeres que la fabricaban en las ciudades, villas o pueblitos.

La figura de la mujer con sombrero de pico, acompañada de su escoba y un gato, ha sido ampliamente reconocida como un símbolo clásico de la brujería. Sin embargo, esta representación no siempre tuvo las connotaciones oscuras que le atribuimos hoy en día. De hecho, sus raíces se entrelazan de manera fascinante con la historia de la elaboración de cerveza, el empoderamiento femenino y los prejuicios sociales que llevaron a la persecución de las llamadas “brujas”.

Las “cerveceras” (brewsters o alewives, como se las conocían en inglés) no solo producían cerveza para sus familias, sino que también comenzaron a comercializarla en sus comunidades locales. Esto se convirtió en una fuente importante de ingresos para muchas mujeres, especialmente viudas y solteras. De hecho, la venta de cerveza permitió a muchas mujeres tener independencia económica en una época en la que las oportunidades laborales para ellas eran limitadas.

Para anunciar la venta de cerveza, las mujeres utilizaban símbolos visuales que hoy asociamos con la brujería. Uno de los elementos más comunes era la escoba en la puerta, que indicaba que había cerveza fresca disponible para la venta. La escoba, un objeto cotidiano en todos los hogares, sirve como una especie de señal comercial en lugar de tener connotaciones mágicas.

El gato, por su parte, solía ser un compañero de trabajo práctico. Los gatos ayudan a mantener alejados a los ratones y otras plagas que podrían contaminar los granos utilizados en la producción de cerveza. La asociación de los gatos con lo sobrenatural vino después, cuando las supersticiones comenzaron a entremezclarse con estas imágenes.

La popularidad y el éxito de las cerveceras no pasaron inadvertidos para los hombres y las instituciones de poder, especialmente en una época en que la economía estaba en transición y los roles de género se estaban redefiniendo. A medida que la producción de cerveza se profesionalizó, los hombres comenzaron a dominar la industria y las mujeres fueron gradualmente excluidas de esta actividad.

El período de la caza de brujas, que alcanzó su apogeo entre los siglos XV y XVII, fue especialmente devastador para las mujeres que no se ajustaban a los roles sociales tradicionales. Las cerveceras, con su independencia económica y sus actividades comerciales visibles, eran blancos fáciles para las acusaciones. Muchas fueron perseguidas, juzgadas y ejecutadas bajo la acusación de brujería, a menudo sin pruebas más allá de los prejuicios y el miedo colectivo.

La transformación de las cerveceras en “brujas” también tuvo un componente político y religioso. Durante el auge del cristianismo en Europa, la Iglesia Católica y, más tarde, las iglesias protestantes (que también tuvieron procesos inquisitoriales terribles, pero acallados o que pasaron a ser historia como “las brujas de Salem, en los Estados Unidos) desempeñaron un papel importante en la demonización de las prácticas consideradas paganas o heréticas. La elaboración de cerveza, una tradición con raíces precristianas en muchas culturas, fue vista con sospecha, especialmente cuando las mujeres la realizaban fuera del control eclesiástico.

En las últimas décadas, ha habido un renovado interés en la historia de las cerveceras y su conexión con la figura de la bruja. Movimientos feministas y académicos han investigado y reivindicado el papel de estas mujeres en la historia de la cerveza, destacando cómo su independencia económica y su experiencia fueron injustamente demonizadas. La industria cervecera moderna también ha comenzado a reconocer esta historia. Algunas cervecerías artesanales han adoptado nombres y logotipos que hacen referencia a las brujas y sus símbolos, no como una burla, sino como un homenaje a las mujeres que enfrentaron persecución por practicar un oficio que hoy se celebra.

Fuente: telam

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