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18/11/2024
Fuente: telam
El escritor tiene, en su computadora, por lo menos seis libros listos para ser publicados. Aquí, el arranque de su trabajo con el dibujante. Y la historia del abuelo que se salvó del nazismo
>Muchas veces cuando hacés una entrevista te queda algo de la charla fuera de la nota. Sobre todo cuando la charla es buena y la cosa se relaja. Es lo que pasó conversando largo rato con Martín Caparrós. Caparrós cuenta y cuenta y, se sabe, es una máquina de escribir. Tanto que tiene unos siete libros sin publicar. ¿De qué se tratan? Eso te voy a contar. Entre esos libros hay uno sobre su abuelo polaco. Entonces me habló de la historia de ese abuelo. Y eso también vale la pena.
Ya sabés: Caparrós es periodista, escritor, uno de los grandes cronistas latinoamericanos de las últimas décadas. Es argentino pero vive en España y, en realidad, desde que era muy joven anduvo un poco acá y un poco allá. Hace unas semanasY digo “entre otras cosas” porque allí Caparrós repasa su vida toda, lo que incluye a sus padres y hasta a sus abuelos. Y el clima en la Argentina de los años 60 —él nació en 1957—. Y su paso por la militancia en los años 70. Y el exilio. Y así.Pero los libros, dijimos. Caparrós abre su computadora y busca la carpeta donde están los inéditos, ahí, esperando.“Tengo uno que seguramente tiene que salir el año próximo, que es la biografía de José Hernández, contada por Martín Fierro”, dice. “Con dibujos de Miguel Rep”. Ese libro, cuenta, “ya está listo hace tiempo. Y está escrito en versos, como los del Martín Fierro” . Es decir, damos vuelta las cosas y ahora es Fierro, el gaucho, quien retrata a El libro, atención, empieza así:Aquí me pongo a contarla de esa culebra artera
que por contar una historiame la cambió toda entera.
Se llamaba José Hernández,Pueyrredón, porque alardeaba
de ser un hombre de abajomás que la reina de Saba.
Su familia era de aquellaspampas, ríos, bosques, sierras,
y así nomás lo alambraron
¿Qué otros libros tiene guardado el escritor ahí, en su computadora, en su casa de Madrid?
Otro libro listo: “Una novela sobre Buenos Aires que me gusta mucho y que nunca publiqué. Un poco fragmentaria, armada con retazos de situaciones y de personajes. Se llamó mucho tiempo Bue. Ahora se llama El azar acecha… Uno de los dos títulos quedará. Es una especie de exacerbación de esta idea de John Dos Passos de armar un espacio con los fragmentos de situaciones, de personajes, de descripciones. Trabajé bastante tiempo en ella”.
“Algo sobre las palabras de la tribu, que es una compilación de todas esas palabras que voy publicando en diario El País cada 15 días”.
En la lista hay que agregar Sin Dios, un libro que sí incluí en la entrevista. Habla, justamente, de la relación entre las religiones en la muerte. Y cómo es morir como ateo (él dice que es mejor).
“Hay uno que son dos novelitas raras que tengo ahí. Una, corta, es sobre la muerte de Videla en el inodoro”.
Y finalmente la que te quería contar, la de los abuelos. Esa novela fue escrita cuando Caparrós cumplió 60 años y sólo para los amigos. Hizo 150 ejemplares para repartir y la publicó sólo en polaco. Son dos abuelos, uno español y uno polaco.¿Qué pasó con ese abuelo, que murió cuando Caparrós tenía 11, 12 años?
Sobre este abuelo hay otra novela. Se llama ¿Qué azar le salvó la vida al abuelo? Caparrós cuenta una historia en la que más de uno se podría ver reflejado. “Él había creído que iba a ser polaco”, dice. “Como era parte de una burguesía media y se había educado en polaco, había creído que iba a ser polaco. Tanto que se unió al ejército para pelear contra el Ejército Rojo que avanzaba. Mi abuelo peleó contra el Ejército Rojo”.
Caparrós tradujo la novela del primo, que escribe en francés, al castellano. Y el primo tiene el compromiso de traducir la suya al francés. “Entonces este es raro, es como dos medios libros, un libro escrito entre los dos”.
“Cada vez que su padre vuelve de la ciudad, Wincenty lleva a la escuela una pelota hecha con papeles dorados de los caramelos: una pelota redorada. Entonces los otros chicos se la envidian y se la sacan y le hacen chistes crueles y le pegan. Wincenty aprende: sigue llevando la pelota dorada pero se la regala, cada vez, a un chico distinto —y espera a ver qué pasa—. A algunos les hacen chistes, se la sacan; a otros no. Wincenty aprende.
Esto es lo que queda por venir. Es decir que este libro terrible y hermoso que está publicando ahora Caparrós, este libro que me dejó con la boca del estómago cerrada y con el aire de una época en la cabeza, no es el último. Ahora te paso mis subrayados de Antes que nada.
1. “Es un momento tan extraño: de pronto te dicen lo que toda tu vida temiste oír, lo que te imaginaste a otros escuchando, lo que confiabas en no escuchar jamás”.
3. “La patria, ay, si la hay, es un helado de dulce de leche”.
5. “Ser de Boca fue uno de mis rasgos de identidad más decisivos durante varios años”.
7. “No hace más de diez años que entendí —al escribirlo— que mi bisabuela Gusztawa, la madre de mi abuelo Vicente, desvistiéndose para entrar en una cámara de gas de Treblinka es un vínculo más fuerte que cualquier reflexión”.
9. “Eran tiempos en que todavía creíamos que el hecho de que un equipo fuera argentino alcanzaba para apoyarlo; ahora, por supuesto, ningún hincha de Independiente gritaría un gol de Racing; más bien, celebraría los de su contrario. Algo cambió mucho en la Argentina —también en ese punto”.
11. “Aunque trato de no ser un moribundo mientras no sea un moribundo”.
* Esta nota es una versión del newsletter “Leer por leer”, que se entrega los jueves. Ediciones anteriores de este newsletter están recogidas ¡Nos vemos!
Fuente: telam